domingo, 18 de diciembre de 2016

ONU Declaró “Crisis De Salud Mundial” Por La Resistencia Antimicrobiana

En el contexto más amplio de la AMR, la resistencia a antibióticos se considera la amenaza más importante de la salud mundial actual, la cual necesita de la urgente atención de la comunidad internacional. La discusión sobre este tema en la Asamblea General le otorga una relevancia global sin precedente. Por ello, en la última reunión de la ONU los jefes de Estado se comprometieron a adoptar una estrategia de amplio alcance y coordinada para abordar las causas fundamentales de la AMR en múltiples sectores, en especial en la salud humana, la salud animal y la agricultura.
 La investigación antibacteriana en Chile
Junto a la Unidad de Microbiología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el Laboratorio de Investigación de Agentes Antibacterianos (LIAA-UdeC) perteneciente a la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción es uno de los dos principales centros de estudios del país sobre esta materia. Está integrado por un equipo científico compuesto por docentes e investigadores del Departamento de Microbiología de la Universidad de Concepción, quienes se dedican a estudiar la manera en cómo poder controlar a las bacterias resistentes a los antibióticos específicos y a los de más amplio espectro.
En este contexto, durante los últimos años las investigaciones del LIAA se han centrado en el estudio molecular de los mecanismos de resistencia desarrollado por bacterias patógenas y ambientales, así como también en la búsqueda de compuestos obtenidos desde diversas fuentes naturales, que sean activos sobre bacterias multiresistentes. Lo anterior, con el objetivo de poder emplear estos principios activos en la elaboración de productos que permitan controlar la presencia de estos microorganismos en diferentes ambientes.
Gerardo González, doctor en Ciencias Biológicas y director del LIAA-UdeC, señala que “la búsqueda de nuevos compuestos activos sobre bacterias resistentes ha llevado al LIAA a desarrollar investigación en ambientes extremos, como la Antártica, con la ayuda del Instituto Antártico Chileno”. En aquel lugar se está investigando cuáles son los microorganismos qué ahí subsisten y analizar su potencial para producir nuevos compuestos con interés biológico y biotecnológico. “Aquello permitirá identificar bacterias que inhiben a otras patógenas, como las bacterias resistentes a los antibióticos y que actualmente constituyen un serio problema en los centros hospitalarios”, señaló el doctor González.
Xabier Villanueva, médico de la Universidad de Concepción y Magíster en Ciencias con mención en Microbiología, se especializó en la búsqueda de nuevos compuestos antimicrobianos que se encuentran en la Antártica, con la capacidad de eliminar bacterias presentes en infecciones intrahospitalarias, que tienen un alto potencial mortal en pacientes críticos y que son muy resistentes a la gran mayoría de los antibióticos.
El científico explica su trabajo: “Se identificó un liquen (simbiosis entre hongo y alga o cianobacteria) en la Antártica que presentó actividad antimicrobiana contra bacterias presentes en los hospitales de Chile. Si bien, estos resultados son in vitro (es decir, en condiciones de laboratorio), tienen la potencialidad de ser corroborados en condiciones más cercanas a la realidad clínica y abren la puerta a la existencia en la Antártica de otras fuentes de compuestos antibacterianos”.
Según sostiene Villanueva, la utilidad potencial de un compuesto con estas características podría apuntar, principalmente, a dos objetivos: desarrollar un desinfectante que erradique las bacterias presentes en superficies hospitalarias, (algo que el Cloro solo logra de manera parcial) y crear un producto que sirva para proteger materiales de uso médico, como catéteres venosos y tubos endotraqueales, entre otros, con el objetivo de prevenir que el paciente se infecte al ser invadido por bacterias presentes en estos dispositivos.

Se avanza, pero lento
A pesar de que la resistencia antimicrobiana es una preocupación mundial, que tiene a los sistemas de salud pública de los países desarrollados trabajando en combatir sus efectos, no existe claridad en las políticas públicas en Chile sobre este tema y son los centros de salud los que, por iniciativa propia, han debido desarrollar e implementar medidas que eviten la propagación de bacterias potencialmente peligrosas para la población que atienden.
Sergio Mella, infectólogo jefe del Hospital Regional del Bío Bio y del Hospital Traumatológico de Concepción, tiene una mirada crítica sobre la educación profesional de los futuros médicos: “Esta es una discusión que está alejada de la elite académica de Chile, ni siquiera es debate en el Colegio Médico y eso es grave. Además, la resistencia antibacteriana es un área muy débil en la formación de pregrado que imparten las universidades“. El médico se refirió, además, a la falta de contenido sobre esta materia en el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom).
Por su parte, Alejandro Aguayo, médico internista del mismo hospital y académico de la Facultad de Medicina de la UdeC, comenta que la resistencia antibacteriana es una preocupación creciente en la salud pública, que requiere adoptar medidas urgentes para combatir sus efectos:

El galeno sostiene que “estos problemas se presentan, generalmente, en los centros de salud más complejos, debido a que son los lugares donde se encuentran los pacientes con enfermedades severas y hay más consumo de antibióticos. De hecho, esta situación se produce, principalmente, en las unidades de cuidados intensivos”, sostuvo el profesional.
Sin embargo, el doctor Aguayo también asegura que en el principal recinto hospitalario del BíoBio existe un equipo de infectología que controla cuidadosamente el suministro de antibióticos a los pacientes: “Estos medicamentos tienen que ser usados solo bajo el visto bueno del infectólogo y/o visado y aceptado por el especialista que está atendiendo un caso. Esa es una buena política, ya que está demostrado que el control estricto del uso del antibiótico impacta positivamente a los sistemas de salud, al vigilar a la población bacteriana existente que podría generar resistencia, como la mala práctica de utilizar antibióticos para enfermedades virales”.
 El compromiso de las naciones ante la ONU
Los países reclamaron en la Asamblea General una mejor utilización de las herramientas asequibles disponibles para la prevención de infecciones en seres humanos y animales. Entre ellas se encuentran la inmunización, el agua potable, una buena higiene en los hospitales y la cría de animales. También resulta fundamental la puesta en marcha de programas que permitan garantizar el uso adecuado de los antibióticos existentes y de los que se están desarrollando. Además, pusieron en relieve las deficiencias del mercado y solicitaron nuevos incentivos para la inversión en investigación y desarrollo de medicamentos eficaces, pruebas de diagnóstico rápido y otras terapias importantes para sustituir a aquellas que están perdiendo fuerza.
Destacaron también que la disminución de los costos y el mayor acceso a antibióticos, vacunas y otras herramientas médicas nuevas debería ser una prioridad mundial.


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